La declaración universal de los derechos humanos dice en su artículo 25:
"Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure (a ella), así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene así mismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales..."
¿Algúna vez nos hemos puesto a pensar en cuantas ocasiones se ha de haber violentado o ignorado este derecho humano? Seguramente hemos meditado sobre el constante irrespeto de estos derechos fundamentales en nuestra mal llamada sociedad democrática; quiza no haya sido nada más que un interesante ejercicio intelectual para añadir algo de pimienta al discurso y debate sobre este tema. Pero, ¿qué pasaría si nos tocara experimentar a nosotros o a nuestras familias, en carne propia, la violación de este derecho?
Pensemos en el caso de la profesora de zona rural que esta embarazada, y muy cerca de dar a luz a su pequeño niño que aún lleva en el vientre. Ha trabajado dictando clases en su centro educativo, y ahora le toca gestionar y pedir su licencia por maternidad. Tiene que tramitar un certificado de "incapacidad temporal" (incapacidad ¿de qué?; no es una falta de respeto considerar incapaz a alguien que va a ser madre; ¿son las madres incapaces temporales?). Con sus 7 meses y medio de embarazo, se encarga personalmente de reunir una serie de documentos que le solicita la UGEL a través de su asistenta social, y los lleva a dicha institución para el trámite de su licencia. Se le pide que llene una serie de formatos que acrediten su condición de trabajadora y de madre; copias van, copias vienen, escriba aquí, firme acá, vaya allí, vaya alla, el tiempo pasa, y, en lugar de descansar y estar tranquila, la mamá profesora esta allí, haciendo sus trámites. Después de esto, la mamá profesora asume que podrá estar tranquila por que ya hizo lo que debía hacer, y porque supone que la UGEL y ESSALUD se encargarán de respaldarla (al menos eso) durante el tiempo que dure su licencia. Llega el momento de hacer efectivo el descanso durante el mes de mayo, y a fin de mes, recibe el pago de su salario. Luego viene el tiempo de dar a luz. Con el niño recien nacido en brazos tiene que hacer "personalmente" los trámites para registrar a su hijo en el sistema de salud y esperar que le den un dinero por concepto de lactancia materna (S/. 200). Llega fin de mes de junio y recibe sus S/. 200 soles, pero cuando quiere cobrar su salario como maestra con licencia, se encuentra con la sorpresa de que no hay nada en su cuenta del banco de la nación. Con sus S/. 200 soles tiene que ver como hace para vivir ella y su pequeño hijito. Ahora hay que averiguar que paso con el pago, o mejor dicho, con el no pago. Va a la UGEL y le dicen que ellos ya hicieron el trámite para que ESSALUD se encargue de pagarle. La mama profesora, con su hijito en brazos, se acerca a ESSALUD para ver por que no le han pagado, y ESSALUD señala que la UGEL no ha hecho ningún trámite y por eso no hay pago. Transcurre el mes de junio sin ninguna novedad, y después de 45 días, que incluyen el mes de julio y parte de agosto, recien se hace efectivo el pago de su salario. Y así, la mamá profesora y su pequeño bebé han sorteado el temporal, Dios sabe como, y han logrado sobrevivir casi dos meses y 15 días con S/. 200 soles.
¿Es un un caso hipotético? ¡No! Es el caso real de muchas mamás profesoras a quienes les ha tocado vivir este drama gracias a la lentitud e ineptitud del sistema burocrático de la UGEL de Huarochirí y de ESSALUD.
Si la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados especiales ¿por qué se le quita la tranquilidad a la mamá profesora de esta manera? ¿por qué el sistema obliga a la mamá embarazada o recien parida a hacer una serie de trámites engorrosos? ¿por qué se le genera ese estado de ansiedad e incertidumbre a la mamá que no sabe si podrá contar con su salario a fin de mes? ¿qué puede sentir en su fuero mas íntimo una mamá que tiene que manejarse con un presupuesto de S/. 200 durante 75 días y que además tiene que cuidar a su pequeño bebe? ¿dónde estan los derechos humanos de las mamás profesoras y sus hijos recien nacidos? ¿quién se hace responsable por el daño sicológico y la inestabilidad emocional y material generadas? ¿quién se preocupa por estas cosas para que no sucedan?
Si esto ocurre en el departamento de Lima ¿ocurrirá lo mismo en otros lugares del Perú?
Imagen tomada de:
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